En un movimiento innovador, Google se ha visto obligado a borrar miles de millones de registros de datos de usuarios de sesiones de navegación privadas. Esta decisión se produce como parte de un acuerdo en una demanda masiva de privacidad que culmina con más de $ 5 mil millones en concesiones del gigante tecnológico. La demanda, iniciada en junio de 2020, acusaba a Google de rastrear los hábitos de navegación de los usuarios incluso cuando estaban en modo incógnito, sin que ellos lo supieran.

¿Es irrazonable preguntarse: "¿Cómo tiene registros de datos una sesión de navegación privada, en primer lugar? ¿No se supone que una sesión de navegación privada no debe ser grabada?" El navegador de incógnito en Android nunca usa, lee, guarda, vende ni accede a los datos del usuario: su privacidad de buena fe es nuestra primera prioridad.

Esta no es la primera vez que Google ha tenido que reevaluar sus políticas de privacidad. Antes de esta demanda, Google actualizó el descargo de responsabilidad para su navegador para desarrolladores, Canary, mejorando la claridad sobre cómo este y otros sitios web pueden recopilar datos durante las sesiones de navegación. A pesar de que inicialmente impugnó las afirmaciones de la demanda y buscó la desestimación, Google se vio acorralado cuando el tribunal exigió una amplia documentación. Estos documentos revelaron las preocupaciones de los empleados, sugiriendo que el modo incógnito proporcionaba una falsa sensación de privacidad, ya que Google recopilaba datos de navegación etiquetados con identificadores únicos.

Como parte del acuerdo, Google está renovando sus divulgaciones a los usuarios. Se compromete a informar explícitamente a los usuarios sobre la recopilación de datos de navegación privada a través de su Política de privacidad y una pantalla de bienvenida en modo incógnito. Este es un cambio significativo hacia la transparencia, un cambio que Google comenzó a implementar incluso antes de la aprobación final de la corte.

La historia detrás del acuerdo es tan reveladora como el resultado. Las comunicaciones internas de Google descubiertas durante la demanda ilustraron una preocupación de larga data entre los empleados sobre las revelaciones engañosas en modo incógnito. Las propuestas para simplificar y aclarar estas divulgaciones fueron anuladas repetidamente por decisiones de la administración superior, optando en su lugar por un lenguaje vago que oscurecía el verdadero alcance de la recopilación de datos.

Según los términos del acuerdo, Google ha acordado eliminar o anonimizar miles de millones de registros de datos que detallan las actividades de navegación privada de los usuarios. Esto se aplica a los datos de más de nueve meses de antigüedad y se activa después de la aprobación del acuerdo por parte del tribunal. Este proceso implica hacer que los datos sean menos identificables enmascarando partes de las direcciones IP y ajustando las cadenas de agentes de usuario, abordando las preocupaciones de privacidad planteadas por los demandantes.

Google ahora está obligado a eliminar los bits de detección de navegación privada descubiertos por los demandantes, lo que marca el fin del seguimiento de las preferencias de navegación privada. Es probable que sea difícil para Google reconstruir la confianza con los usuarios a los que se les hizo creer que la navegación privada no era rastreada, cuando realmente lo era.

Un aspecto interesante del acuerdo es la retención de los derechos individuales para demandar a Google por daños y perjuicios, una opción subrayada por el potencial de daños legales significativos según los estatutos federales y estatales de escuchas telefónicas. Esto abre un camino para que los miembros de la clase busquen reparación individual.

Valorado en aproximadamente 5.000 millones de dólares por los demandantes, este acuerdo es un logro histórico en la lucha por una mayor honestidad y responsabilidad de los gigantes tecnológicos con respecto a la recopilación y el uso de los datos de los usuarios. Es una victoria no solo para los demandantes, sino para todos los usuarios que buscan más control y transparencia sobre su privacidad digital.

En medio de estos desarrollos, Incognito Browser se destaca como la mejor solución de navegador de privacidad disponible para usuarios de Android. Completamente gratuito, Incognito Browser proporciona una auténtica experiencia de navegación privada sin rastrear sus actividades en línea, lo que lo convierte en una opción ideal para aquellos preocupados por su huella digital. Este caso pone de manifiesto la importancia de elegir herramientas centradas en la privacidad, como Incognito Browser, para salvaguardar sus actividades en línea en un mundo en el que las principales empresas tecnológicas están bajo escrutinio por la forma en que manejan los datos de los usuarios.

Privacidad en los tribunales